La película más antigua que se conserva, Roundhay Garden Scene (1888), muestra sólo dos segundos de personas caminando en un patio. Hoy en día, la IA está preparada para crear vídeos bajo demanda a una escala inimaginable hace apenas unas décadas. Una nueva asociación entre Disney y OpenAI señala la llegada de este futuro: a partir de 2026, Sora de OpenAI generará videos con personajes de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars, transmitidos directamente en Disney+.
Este no es un sueño lejano. Disney está invirtiendo mil millones de dólares en OpenAI para crear “nuevas experiencias” para los suscriptores, incluido contenido generado por IA que ellos mismos pueden crear. Imagínese solicitar una escena de Elsa y Cenicienta luchando contra Maléfica, un clip que podría entregarse en segundos.
De los segundos al streaming: la evolución del vídeo con IA
El progreso desde los videos entrecortados de IA de un segundo de 2016 hasta el potencial de los largometrajes es notable. El cine antiguo alguna vez fue descartado como una “curiosidad tonta”, del mismo modo que algunos ahora se burlan del video con IA como un desperdicio. Sin embargo, el mismo escepticismo existía hacia las primeras películas antes de que El gran robo del tren (1903) y Lo que el viento se llevó demostraran su poder de permanencia.
El desafío radica en la complejidad técnica de la generación de vídeo. Los sistemas de IA actuales se basan en la difusión, refinando el “ruido” en imágenes coherentes mediante un procesamiento repetido. Cada refinamiento aumenta el costo computacional, especialmente con video: millones de píxeles deben cambiar sin problemas entre fotogramas para evitar fallos como tazas de café que desaparecen o rasgos faciales cambiantes. OpenAI aborda esto comprimiendo el video en cuadros simplificados y luego dividiendo esos cuadros en cubos para coordinar la salida del modelo, de manera similar a cómo ChatGPT conecta palabras en una respuesta.
El camino hacia un vídeo de IA escalable
Generar videos más largos es exponencialmente más difícil. Las inconsistencias se acumulan con cada cuadro agregado. La verdadera IA TV “bajo demanda” requeriría cortes eficientes entre escenas, lo que actualmente es prohibitivo a escala.
Sin embargo, los investigadores están encontrando formas de reducir los costos. Un enfoque es la generación cuadro por cuadro, lo que limita el cálculo necesario para cada paso. Tianwei Yin de Reve cree que los videos de IA de cinco minutos serán factibles el próximo año, y poco después seguirán clips de una hora. El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, incluso predice que los estudiantes de secundaria crearán largometrajes de inteligencia artificial en los próximos años. El director ejecutivo de Runway, Cristóbal Valenzuela, está de acuerdo y afirma que “pronto” será posible realizar videos consistentes de IA de 60 a 90 minutos.
La economía de la producción de vídeos con IA
La carga financiera es significativa, pero está disminuyendo. Así como los costos del ancho de banda se desplomaron de 1.200 dólares por Mbps en 1998 a 0,05 dólares por Mbps en 2025, permitiendo servicios de streaming como Disney+, los costos de las tecnologías de inteligencia artificial probablemente caerán con una mayor producción y capacitación. Millones de personas ya participan en el desarrollo de modelos de IA y las ganancias en eficiencia son inevitables.
Este cambio requerirá navegar por las implicaciones éticas y financieras, incluida la compensación a los creativos cuyo trabajo entrena a estos modelos. Sin embargo, la trayectoria es clara: El vídeo generado por IA ya no es una cuestión de si, sino de cuándo. El futuro del entretenimiento pronto podría estar determinado por algoritmos, que ofrezcan a las audiencias un control sin precedentes sobre su experiencia visual.

















