Un residente del estado de Washington murió a causa de una cepa rara de influenza aviar, lo que marca la primera muerte humana confirmada por el subtipo H5N5 en los Estados Unidos. La muerte, anunciada el viernes por el Departamento de Salud del Estado de Washington, se produjo después de que el individuo, una persona mayor con problemas de salud preexistentes que criaba aves de corral, fuera hospitalizado a principios de noviembre.
El cambio de tensión: Este caso difiere significativamente del reciente aumento de infecciones por gripe aviar que ha devastado las granjas avícolas y la vida silvestre. Si bien la cepa dominante que circula desde finales de 2021 ha sido la H5N1, esta muerte fue causada por la H5N5. Ambos están clasificados como virus H5, lo que significa que comparten una proteína hemaglutinina común. La distinción fundamental radica en sus proteínas neuraminidasa, que determinan cómo el virus se propaga e interactúa con los huéspedes.
Por qué esto es importante: La aparición del H5N5 en un ser humano no es necesariamente una señal de mayor peligro, según el virólogo Richard Webby del St. Jude Children’s Research Hospital. Sin embargo, plantea preocupaciones sobre la capacidad del virus para mutar y propagarse. Los virus de la influenza intercambian fácilmente material genético con otras cepas que circulan en animales, creando potencialmente nuevas variantes que podrían ser más infecciosas o causar enfermedades más graves en los humanos.
Seguimiento del virus: Los científicos han estado rastreando los virus H5 durante décadas a través de programas de vigilancia que monitorean las poblaciones de aves silvestres. La cepa H5N5 identificada en el caso humano parece estar relacionada con virus que circulan entre aves playeras y gaviotas en el este de Canadá, lo que sugiere que migró hacia el oeste en lugar de surgir espontáneamente en los humanos. Esto significa que el virus ya estaba presente en el medio ambiente, no una mutación nueva y repentina.
Transmisión limitada de persona a persona: Hasta ahora, los funcionarios de salud pública han monitoreado los contactos cercanos de los fallecidos, pero no han encontrado más infecciones humanas. El riesgo de transmisión entre personas sigue siendo bajo, pero el caso subraya los peligros de la exposición a través de aves de corral. La muerte anterior por gripe aviar en Estados Unidos, en Luisiana a principios de este año, también involucró a una persona mayor con problemas de salud subyacentes que criaba pollos.
Medidas preventivas: Los expertos recomiendan prácticas estrictas de bioseguridad para quienes crían aves de corral:
- Separar las aves domésticas de las poblaciones silvestres.
- Utilizar ropa y calzado exclusivo para el cuidado de las aves.
- Utilice equipo de protección (máscaras, gafas protectoras) durante la limpieza del gallinero.
- Lavarse bien las manos después de manipular gallinas, huevos o el gallinero.
Más allá de los propietarios de aves de corral, el público debe evitar el contacto con animales salvajes muertos o enfermos.
En conclusión, si bien esta mortalidad es alarmante, todavía no indica un mayor riesgo de pandemia. Sin embargo, sirve como un recordatorio fundamental de la adaptabilidad del virus y la necesidad de vigilancia y vigilancia continuas tanto en las poblaciones animales como humanas. La aparición de nuevos subtipos como el H5N5 refuerza la importancia de medidas proactivas de salud pública para mitigar la amenaza de futuros brotes.
