Los colibríes ermitaños verdes machos participan en violentas justas durante la temporada de apareamiento, confirma una nueva investigación. Estas aves no sólo están bebiendo néctar; Están atrapados en una carrera armamentista evolutiva donde un pico más afilado puede significar vida o muerte.
El pico armado
Durante décadas, los científicos creyeron que las diferentes formas de los picos entre los machos y las hembras de los colibríes ermitaños verdes eran puramente una cuestión de hábitos alimentarios. Los machos han desarrollado picos más rectos y puntiagudos para acceder a tipos de flores específicos. Pero un estudio publicado en el Journal of Experimental Biology revela que esta no es toda la historia.
El pico del macho es un 3% más recto y un 69% más puntiagudo que el de la hembra y termina en una punta en forma de daga. Los investigadores utilizaron modelos 3D de especímenes de museo para demostrar que esto no es algo incidental; Es una adaptación directa para el combate.
Violencia ritualizada
Durante la temporada de reproducción, los machos se reúnen en leks, zonas de exhibición donde actúan para atraer a las hembras. La competencia por la posición dentro del lek es feroz, ya que es menos probable que se escuche a los pájaros de la periferia. Cuando los rivales invaden los puestos ocupados, las peleas se intensifican.
“Los pájaros vuelan con el pico primero hacia el otro pájaro y lo empujan con toda su fuerza”, explica el autor principal Alejandro Rico-Guevara.
Estas no son escaramuzas divertidas. Las justas son agresivas y, en ocasiones, fatales, y ponen de relieve las brutales realidades de la selección natural. La violencia no es nueva para los ornitólogos, pero la investigación proporciona pruebas definitivas de la presión evolutiva detrás de este comportamiento.
Por qué esto es importante
Los hallazgos subrayan cómo rasgos aparentemente inocuos pueden evolucionar bajo la intensa presión de la selección sexual. El pico del colibrí es un excelente ejemplo: es una herramienta de alimentación y un arma. Esta investigación ayuda a explicar por qué los colibríes machos han desarrollado picos tan especializados y por qué estas características son tan vitales para el éxito reproductivo.
La metodología del estudio, que utiliza modelos 3D, establece un nuevo estándar para examinar las adaptaciones evolutivas en especies de aves.
Las justas de colibríes son un recordatorio de que incluso en los ecosistemas más bellos, la supervivencia a menudo se reduce a la agresión y el dominio.
